Asthanga Yoga y Meditación

Recopilaciones
Swami Shivapremananda Maharaj
Mahatma Brahmachary Krishananda
GENERALIDADES SOBRE RAJA  YOGA
LOS OCHO  PASOS
Varias formas de yoga eran conocidas ya en la  India antigua, mucho antes de los tiempos de Buda, pero fue Patanjali, que vivió  alrededor del siglo VII A.C., quién sistematizó el Raja Yoga en sus famosos Yoga  Sutras o Aforismos del Yoga que estudiaremos ahora.
Raja Yoga significa “Yoga  Principal” o “Yoga Real”, pero su nombre original era Áshtanga Yoga o Yoga de  los 8 miembros, ya que Patanjali habla de 8 pasos en yoga.
Antes de  profundizar los dos primeros pasos, que constituyen el fundamento ético del  yoga, hablaremos brevemente sobre los ocho puntos:
1) YAMA        : las cinco  abstenciones.
2) NIYAMA    : las cinco observancias o reglas.
3)  ASANA       : firmeza en la postura.
No se refiere aquí a las Asanas del Hatha  Yoga. Durante mucho tiempo los arios, orientadores del pensamiento espiritual de  la India, resistieron las influencias religiosas de los drávidas, pero mucho más  tarde tomaron de ellos los ejercicios físicos, adaptándolos.
La Asana del Raja Yoga significa la disciplina  y estabilidad del cuerpo. El cuerpo firme y fuerte no está sujeto al  debilitamiento. Asana es la firmeza en la postura para favorecer la meditación y  permitir que nos elevemos por encima de la conciencia corporal.
El cuerpo débil  o enfermo atrae nuestra conciencia hacia él; pero Patanjali nunca se ocupó de  explicar los medios para adquirir un cuerpo sano y fuerte. Mucho más tarde los  arios adaptaron algunos de los ejercicios del Hatha Yoga drávida a las Asanas  del Raja Yoga.
A menudo, erróneamente, se considera que efectuar contorsiones  con el cuerpo o pararse de cabeza es la finalidad del yoga y que el fin de la  vida es adquirir un cuerpo fuerte y joven en vez de servirse de los ejercicios  como un medio para el progreso espiritual. Otras personas llegan al extremo de  practicar estos ejercicios para adquirir poderes síquicos.
En uno de los  escritos de las enseñanzas de Buda se critican, diciendo: “Mucha gente  contorsiona su cuerpo creyendo alcanzar así la liberación” por lo que deducimos  que ya en la época de Buda no todos pensaban de la misma manera y que si bien  algunos hacían los ejercicios sin aspirar a la realización, otros no se  interesaban mucho por el Hatha Yoga. Posteriormente adaptaron algunos de esos  ejercicios porque consideraron que vigorizaban la salud general y el sistema  nervioso. Tampoco debemos subestimar estos ejercicios pues, aunque en los textos  originales no se les preste mucha importancia, son en efecto de gran  ayuda.
4) PRANAYAMA :
Regulación de la respiración. Como la mente y la respiración  están estrechamente ligadas, practicando la regulación de la respiración se  llega a calmar la mente. Podremos observar que si respiramos profundamente sin  hacer ruido la mente se calma y especialmente si se alterna la respiración por  una y otra fosa nasal.
Generalmente la respiración es más intensa por un  ladoen una proporción de 70 a 80% de aire  por una fosa nasal y 30 a 20% por otra. Esto lo podemos observar en nosotros  mismos; el mayor o menor aflujo de aire cambia cada dos horas. Este ritmo se  mantiene mientras no estamos perturbados emocionalmente, lo que ocasiona un  cambio respiratorio, al igual que ciertas posturas al dormir.
De las  condiciones respiratorias depende la paz y las condiciones mentales.
En términos Yoga se habla de diferentes nervios astrales (que  no son nervios físicos) que se llaman NADIS.
Los tres nadis son:
IDA
PINGALA
SUSHUMNA
Se dice que respirando por la fosa nasal izquierda nuestra  psiquis funciona a través de IDA y al respirar por la derecha entra en función  PINGALA.
Mientras funcione ya sea Idá como Pingala la mente no está  bajo control, sino en un estado de agitación o intranquilidad. Sólo se  tranquiliza si se respira en forma pareja por las dos fosas nasales pero en  forma muy suave, casi imperceptible. Entonces funciona el nadi llamado Sushumna  alcanzando el equilibrio y la paz mental.
Los ejercicios que se realizan respirando por una sola fosa  nasal y luego por la otra, alternando, apuntan a lograr esta estabilidad. Recién  después de obtenido el estado de calma podemos intentar la abstracción de la  mente.
5) PRATYAHARA :
Abstracción de la mente.
Una vez regulada la respiración trataremos de apartar los  pensamientos de los objetos externos.
El PRANAYAMA solo no ocasiona la  abstracción mental: se requiere además un esfuerzo voluntario.
Cada vez que la  mente se escapa debemos traerla de vuelta recogiendo sus rayos dirigidos hacia  los objetos externos haciéndolos converger hacia adentro.
Tal estado es  Pratythára.
¿Cómo lograr la abstracción de la mente?
Dándole algo en que pensar  porque si se retira la mente de un objeto o pensamiento, en seguida surgirá otro  objeto.
Es necesario no proveerla de algo sobre lo cual se concentre y focalice sus rayos.
6) DHÁRANA :
Concentración (en un terna u objeto particular).
La mente se puede fijar sobre un pensamiento determinado,  podemos también elegir el símbolo OM, la faz de Jesús o cualquier Santo.
Todos  estos son medios de concentración y requieren nuestro esfuerzo  personal.
7) DHYÁNA :
Meditación.
Llegarnos a Dhyána cuando nuestra concentración se realiza sin  esfuerzo.
Dhyana es un estado muy adelantado en el que la mente logra sumergirse  en un pensamiento particular o en Dios, fluyendo natural e ininterrumpidamente.
Se asemeja al fluir del aceite de un recipiente a otro, sin esfuerzos, burbujas  o zozobras, suavemente.
8) SAMÁDHI :
Estado de superconciencia.
La meditación más profunda se llama Samadhi con la que se  alcanza la superconciencia o experiencia de integración espiritual.
Resumiendo:
Dharana o concentración lleva a Dhyana o meditación y ésta a  Samádhi o superconciencia.
Hay varios estados de Samadhi de los cuales el más  elevado lleva a la realización de Dios o integración absoluta con el Espíritu  Supremo.
En Kundalini Yoga se dice que se ha alcanzado Samadhi cuando  el poder astral interno o Kundalini se une a Sahasrara o el loto de mil pétalos  en la cabeza.
En Bhakti Yoga el Samadhi es el estado de absorción completa  del devoto en la deidad o el Señor elegido.
En Gñana Yoga el estado de Samadhi se obtiene cuando el  aspirante alcanza el conocimiento intuitivo del Ser.
MEDITACION
1) SOMOS IMPERTURBABLES COMO EL  OCEANO
Una de las condiciones preliminares para la  meditación es no combatir nunca en contra de la mente. Más se la combate y más  se rebela; dejemos que los pensamientos floten en nuestra mente sin preocuparnos  demasiado. Otro factor es la relajación. Relajamos y sentirnos en paz. Cuando  inhalamos tenemos que sentir que nos estamos relajando y calmando; al exhalar  que nos abandona toda tensión.
Uno de los métodos iniciales es imaginarnos que somos como el  océano, vasto, infinito. El océano en su profundidad jamás se ve afectado por  las olas de la superficie que suben y bajan; está siempre en calma; nada puede  alterarlo, nada puede trastornarlo.
Todas estas olas de felicidad y desdicha pertenecen a la  superficie, al mundo de la dualidad, de los pares de opuestos. Lo visible, lo  manifestado posee un aspecto positivo y negativo exactamente igual a los polos  de la corriente eléctrica. Mientras permanezcamos en este mundo tendremos un  poco de bueno y un poco de malo, un poco de felicidad y otro poco de desdicha,  pero no debemos permitir que esos factores nos derriben.
No somos niños, somos adultos con una cabeza que piensa; no es  digno de nosotros alborozarnos por un éxito momentáneo y al momento después  sentirnos deprimidos y deshechos. La vida no debiera tener estos altibajos sino  adquirir cierto equilibrio porque somos seres humanos dotados de inteligencia y  Dios nos ha infundido cierta dosis de dignidad en el alma.
Dejemos que las olas suban y bajen, pero sólo en la superficie  de nuestro ser porque adentro, en las profundidades mantendremos la calma  inamovible. No permitamos que estas olas de las condiciones existenciales nos  alteren permanezcamos imperturbablemente arraigados en nuestra conciencia  espiritual.
No importa cuántos ríos desemboquen en nosotros, no importa  cuántas cosas crucen por nuestra superficie; el océano jamás se altera. No nos  impresione lo que opinan de nosotros; estemos completamente seguros de nuestra  realidad espiritual, de nuestro propio ser. Tenemos una profunda convicción, una  profunda fe en nosotros mismos y las influencias ajenas no nos  desvían.
2) SOMOS COMO EL CIELO  INFINITO
Otra imagen para meditar es:
Somos como el cielo infinito, inconmensurable. No somos entes  limitados sino todo está dentro de nosotros, todos los mundos, todas las  estrellas; todo lo abarcamos y comprendemos.
Somos espíritu sin límites, sólo abrigamos una sensación de  unidad, una integración común. Las nubes flotan a nuestro alrededor, pero el  cielo es el mismo; haya sol o esté nublado el cielo no se hunde ni se deprime.  En la brillantez del éxito o en la lobreguez del fracaso somos serenos como el  ciclo.
Estos son tipos de meditación que nos inspiran expansión generando una  profunda elevación en el corazón y confiriéndonos la fuerza interior suficiente  para enfrentar la vida.
Se aconseja algunos minutos diarios de estas meditaciones  porque estos pensamientos nos irán cargando paulatinamente de fuerzas renovadas  y serenos capaces de abordar las situaciones de frente, con gran vigor  espiritual.
OM TAT SAT
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